La Agencia de la ONU para los Refugiados Palestinos (UNRWA) denunció este martes que más de un millar de personas en Gaza han sido asesinadas mientras intentaban conseguir alimentos desde que la fundación privada conocida como GHF comenzó sus operaciones en mayo.
“La llamada distribución de GHF es una trampa mortal sádica. Francotiradores disparan al azar contra multitudes, como si tuvieran licencia para matar. Es una cacería masiva con total impunidad. Esta no puede ser la nueva norma. La ayuda humanitaria no es trabajo para mercenarios”, dijo la portavoz, leyendo un comunicado del líder de la agencia, Philippe Lazzarini.
Según el Ministerio de Sanidad de Gaza, cuatro niños, entre ellos un bebé de seis semanas, se encuentran entre las 15 personas que han muerto de hambre en Gaza en las últimas 24 horas.
“La desnutrición en Gaza va en aumento y la hambruna toca todas las puertas”, dijo el Secretario General ante el Consejo de Seguridad.
Médicos, periodistas y trabajadores humanitarios, incluidos empleados de UNRWA, sufren hambre y agotamiento extremo. Algunos colapsan mientras intentan seguir cumpliendo sus funciones.
La Organización Mundial de la Salud (OMS) también denunció que su residencia para personal y almacén principal en Deir el Balah fueron bombardeados y luego asaltados por tropas israelíes.
“La residencia del personal de la OMS fue atacada ayer tres veces. El personal y sus familias, incluidos los niños, quedaron expuestos a un grave peligro y traumatizados después de que los ataques aéreos provocaran un incendio y daños considerables. Militares israelíes entraron en las instalaciones, obligando a mujeres y niños a evacuar a pie hacia Al-Mawasi en medio de un conflicto activo", dijo el portavoz.
Uno de sus empleados sigue detenido. El director general de la OMS, Tedros Adhanom Ghebreyesus, exigió su liberación inmediata.