Una gran cantidad personas padecen demencia o deterioro cognitivo en el mundo, en la actualidad.
Pero esta cifra podría duplicarse para 2050, según los estudios más recientes. Muchas personas no sospechan que tengan demencia o que sufrirán sus consecuencias en pocos años. Los primeros síntomas pueden pasarse por alto.
Y es que la demencia es una enfermedad difícil de diagnosticar. Hoy en día no existe una única prueba sólida para identificarla, y los síntomas de la demencia son muy similares a los de otras enfermedades como el trastorno por ansiedad, la depresión o los problemas de tiroides. Además, en algunas personas, los síntomas de la demencia son muy sutiles en la fase inicial de la enfermedad, lo que dificulta que el médico pueda realizar un diagnóstico completo.
A esto se suma que no hay un solo tipo de demencia. La enfermedad de Alzheimer es la forma más prevalente de demencia, representando entre el 70 y el 77?% de los casos. Sin embargo, le siguen la demencia vascular y la demencia por cuerpos de Lewy, menos visibles y conocidas. Por eso, en los últimos años, los investigadores se han centrado en encontrar nuevas formas de ayudar a los médicos a detectar y diagnosticar la demencia lo antes posible.
Ahora, un nuevo estudio liderado por científicos del University College de Londres ha descubierto que las personas con demencia son diagnosticadas 3,5 años después de la aparición de los primeros síntomas, de media. Este tiempo es aún mayor, con una media de 4,1 años desde la aparición de los primeros síntomas, en el caso de las personas con demencia de inicio temprano.
«Estas cifras ponen de relieve un retraso crítico en el proceso de diagnóstico, durante el cual las personas y sus familias pueden vivir con incertidumbre, sin acceso a apoyo y recursos», advierte Vasiliki Orgeta, doctora y profesora asociada de la División de Psiquiatría de la Facultad de Ciencias del Cerebro en el College de Londres, en el informe que acompaña al estudio.
Orgeta es la autora principal del trabajo, publicado en la revista International Journal of Geriatric Psychiatry. En él también se señala qué perfil de persona tiene más riesgo de sufrir retrasos en el diagnóstico y se baraja a qué factores se debe. A su publicación, múltiples expertos también han querido dar a conocer a la sociedad cuáles son los primeros síntomas de esta enfermedad.
Qué es la demencia y cómo empieza
Según la Organización Mundial de la Salud (OMS), en 2021 alrededor de 57 millones de personas en todo el mundo vivían con demencia, un término genérico que engloba un grupo de enfermedades que afectan a la memoria y a la capacidad de pensar y comunicarse, como la enfermedad de Alzheimer.
«El diagnóstico oportuno de la demencia es crucial por varias razones», explica Orgeta. «Lo primero, porque la detección temprana permite a las personas y a sus familias planificar con antelación y tomar decisiones informadas sobre su cuidado», enumera. «Pero además, desde el punto de vista sanitario, el diagnóstico oportuno reduce la presión sobre los sistemas de salud al permitir una atención proactiva en lugar de reactiva», continúa.
«A medida que nuestra población mundial envejece, la prevalencia de la demencia está aumentando considerablemente. Por lo tanto, el diagnóstico oportuno es clave para abordar este creciente desafío de salud pública», avanza.
«En nuestro estudio decidimos examinar el intervalo medio entre la aparición de los síntomas y el diagnóstico definitivo de demencia, ya que este plazo tiene importantes implicaciones para los resultados de los pacientes, las familias y el sistema sanitario en general», afirma Orgeta. Descubrieron que los primeros signos, como los cambios cognitivos y funcionales a menudo se perciben como parte del envejecimiento normal o no lo suficientemente graves como para justificar el tratamiento.
Este conjunto de síntomas comúnmente incluye problemas de memoria, dificultad para concentrarse, problemas de lenguaje, desorientación en tiempo y espacio, problemas con el pensamiento abstracto, disminución del juicio, pérdida de objetos, cambios en el estado de ánimo o la personalidad, y dificultad para realizar tareas familiares. Según el estudio, sucedía a menudo, que el diagnóstico de demencia se revelaba «mucho después» de que los síntomas estén bien establecidos.
«A pesar de la creciente concienciación, muchas personas siguen enfrentándose a retrasos de meses o incluso años antes de recibir un diagnóstico formal», añade la experta del College London. «Nuestros hallazgos subrayan la urgente necesidad de mejorar la concienciación pública, mejorar la formación de los profesionales sanitarios y agilizar las vías de derivación», afirmó Orgeta.
Qué perfil se asocia con más demoras en el diagnóstico
Orgeta y su equipo también descubrieron que los participantes con una edad más joven en el inicio de los síntomas y aquellos diagnosticados con demencia frontotemporal, como la que padece el famoso Bruce Willis, se correlacionaban con un tiempo de diagnóstico más largo. El caso del actor es paradigmático: primero se le diagnosticó una afasia, un trastorno del lenguaje que dificulta la comunicación, en 2022 y después se determinó que padecía demencia.
«Estos retrasos significan que muchas personas jóvenes se quedan sin la claridad, el apoyo o la atención médica que necesitan durante años», afirma Orgeta. «Nuestros hallazgos ponen de relieve la necesidad de una mayor concienciación y formación entre los profesionales sanitarios para reconocer los primeros signos de demencias menos comunes, especialmente en poblaciones más jóvenes», añade.
Textos y fotos: www.elmundoalinstante.com