En el Día Mundial de la Alimentación, y este año la celebración tiene un significado especial: coincide con el 80º aniversario de la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO).
Bajo el lema “De la mano por una mejor alimentación y un mejor futuro”, dignatarios y líderes mundiales se reunieron en la sede de la FAO en Roma para renovar su compromiso con la lucha contra el hambre, la malnutrición y la fragilidad de los sistemas alimentarios globales.
En su discurso de apertura, el director general de la FAO, Qu Dongyu, hizo un balance de ocho décadas de trabajo y destacó la urgencia de fortalecer sistemas agroalimentarios sostenibles e inclusivos que no dejen a nadie atrás.
El Papa León XIV denunció la carestía en lugares como Gaza o Ucrania, durante su intervención
“Los escenarios de los conflictos actuales han hecho resurgir el uso de los alimentos como arma de guerra, contradiciendo todo el trabajo de sensibilización llevado adelante por la FAO durante estas ocho décadas”, lamentó. “El derecho internacional humanitario prohíbe sin excepción atacar a civiles y bienes esenciales para la supervivencia de las poblaciones”, recordó.
“Actualmente, 673 millones de personas en el mundo siguen acostándose con hambre cada noche. Día tras día, muchas más no saben si recibirán su próxima comida”, apuntó el Secretario General de la ONU.