La menopausia, que marca el final del ciclo reproductivo femenino, continúa siendo un tema rodeado de mitos y temores. Sin embargo, los especialistas insisten en que se trata de una etapa natural que puede vivirse con bienestar físico, emocional y mental, si se aborda con educación, acompañamiento médico y una adecuada gestión de los síntomas.
Según la Organización Mundial de la Salud (OMS), la menopausia ocurre en promedio entre los 45 y 55 años, y se define como la ausencia de menstruación durante 12 meses consecutivos. Este proceso responde a la disminución progresiva de hormonas como el estrógeno y la progesterona, que impactan el metabolismo, la salud ósea, cardiovascular y el estado de ánimo.
“Más que una enfermedad, la menopausia es un proceso fisiológico que requiere información, autocuidado y seguimiento médico. Con un estilo de vida saludable, la mayoría de las mujeres puede transitarla sin mayores complicaciones”, explica la ginecóloga endocrinóloga Dra. Carolina Álvarez.
Mitos comunes sobre la menopausia
Uno de los mitos más extendidos es que la menopausia provoca un envejecimiento acelerado. En realidad, los cambios hormonales no implican pérdida inmediata de vitalidad. El ejercicio, la alimentación balanceada y el descanso adecuado ayudan a conservar la energía y la masa muscular.
Otro mito frecuente es que todas las mujeres sufren sofocos intensos o cambios drásticos de humor. Aunque estos síntomas son comunes, su intensidad varía y pueden controlarse mediante estrategias médicas y naturales.
También se ha creído que durante la menopausia se pierde por completo el deseo sexual, pero los especialistas aseguran que, con la orientación adecuada, la salud sexual puede mantenerse activa. “La sexualidad no se apaga con la menopausia; simplemente se transforma. Con lubricantes, diálogo en pareja y atención médica, se puede seguir disfrutando de la intimidad”, agrega la Dra. Álvarez.
Verdades y cuidados necesarios
Los expertos recomiendan acudir al ginecólogo de manera regular y realizar chequeos hormonales, de densidad ósea y cardiovascular. La alimentación juega un papel esencial: se sugiere aumentar el consumo de frutas, verduras, proteínas magras y fuentes de calcio como el yogur y los frutos secos, reduciendo los ultra procesados y azúcares refinados.
El ejercicio regular también es fundamental. Actividades como el yoga, el pilates o las caminatas contribuyen a mejorar la circulación, fortalecer los huesos y reducir el estrés. Además, mantener una buena salud mental es clave: practicar la meditación o buscar apoyo psicológico puede ayudar a gestionar los cambios emocionales.
Avances médicos para una menopausia saludable
Actualmente existen múltiples alternativas terapéuticas para aliviar los síntomas del climaterio. La terapia hormonal, bajo supervisión médica, es una opción segura para muchas mujeres, mientras que los tratamientos naturales, como la fitoterapia, pueden complementar el manejo integral.
La Dra. Álvarez enfatiza que “el conocimiento y la prevención son los aliados más importantes. Cada mujer vive la menopausia de forma distinta, y el acompañamiento médico personalizado permite garantizar calidad de vida y bienestar”.
Un cambio que también empodera
Lejos de ser una etapa de pérdida, la menopausia puede representar una oportunidad para redescubrirse. Muchas mujeres aprovechan este momento para priorizar su salud, iniciar nuevas rutinas de ejercicio, modificar su alimentación y reencontrarse con su cuerpo desde una perspectiva más consciente.
“Es un momento para reconectar con nosotras mismas. El cuerpo cambia, sí, pero también nos enseña a escucharlo y cuidarlo”, comenta Laura Pérez, mujer de 53 años que atraviesa la menopausia y lidera un grupo de acompañamiento para otras mujeres.
La educación y la comunicación abierta sobre este proceso son esenciales para eliminar estigmas y fomentar una visión positiva. En palabras de la Dra. Álvarez, “hablar de la menopausia sin miedo es el primer paso para vivirla con plenitud”.