Correr se ha convertido en una de las actividades más populares para mejorar la salud física y mental. Sin embargo, incluso el ejercicio más beneficioso puede transformarse en un riesgo si se ignoran las advertencias del cuerpo. Practicar running con conciencia implica disfrutar del movimiento sin perder de vista el equilibrio entre esfuerzo, descanso y prevención.
De acuerdo con el doctor Mauricio Mejía, médico del deporte adscrito a Colsanitas, cada corredor debe aprender a identificar las señales que el cuerpo emite cuando necesita una pausa. “El cuerpo habla. Si se le escucha a tiempo, es posible prevenir lesiones y mantener el bienestar a largo plazo”, afirma.
1. Dolor persistente o lesiones por sobrecarga
Cuando el dolor aparece después de correr y no desaparece tras el descanso, puede tratarse de una lesión por sobrecarga. Las zonas más afectadas suelen ser rodillas, tobillos, caderas y pies. Condiciones como fascitis plantar, síndrome de la banda iliotibial o fracturas por estrés son comunes, pero evitables con un entrenamiento progresivo, calzado adecuado y atención médica oportuna.
2. Señales del corazón
El dolor torácico, las palpitaciones irregulares o los mareos durante una sesión de running no deben pasarse por alto. Aunque correr fortalece el sistema cardiovascular, también puede revelar problemas ocultos como arritmias o hipertensión. Realizar exámenes médicos antes de entrenamientos intensos y monitorear el ritmo cardíaco es fundamental.
3. Deshidratación y pérdida de rendimiento
La sed durante el ejercicio no es algo menor: puede indicar una deshidratación del 2 %, suficiente para afectar la coordinación y el rendimiento. La hidratación planificada antes, durante y después de correr es esencial, especialmente en climas cálidos o rutinas prolongadas.
4. Desbalance nutricional
Fatiga, mareos o falta de energía pueden deberse a niveles bajos de glucógeno o deficiencias nutricionales. Mantener una alimentación equilibrada, rica en frutas, proteínas magras, vegetales y grasas saludables, ayuda a sostener la energía sin comprometer la recuperación muscular.
5. Síndrome de sobre entrenamiento
Cuando el cansancio no desaparece ni con el descanso, el cuerpo puede estar enfrentando un sobre entrenamiento. Este síndrome afecta el rendimiento, el estado de ánimo y las defensas del organismo. “Cuando el atleta llega al sobre entrenamiento, lo único que se puede hacer es descansar completamente. Si no eres profesional, recuerda que tu salud está primero”, advierte Mejía.
Escuchar al cuerpo es avanzar
El running es una herramienta poderosa de bienestar, pero la verdadera disciplina está en saber cuándo frenar. Revisar la técnica, alternar intensidad, dormir bien y realizar chequeos médicos periódicos pueden marcar la diferencia entre una carrera saludable y una lesión prolongada.