“Las atrocidades que se están cometiendo en El Fasher eran previsibles y evitables, pero no se evitaron” Son las palabras del Alto Comisionado de la ONU para los Derechos Humanos, acusando a la comunidad internacional de no actuar para detener los “crímenes de extrema gravedad” que tienen lugar en la capital del estado sudanés de Darfur del Norte.
En una sesión especial del Consejo de Derechos Humanos en Ginebra, Volker Türk señaló que su Oficina emitió más de 20 comunicados en el último año alertando sobre el asedio “asfixiante” impuesto a la ciudad, donde la población llegó a alimentarse de forraje y cáscaras de cacahuate. También advirtió de la propagación de la hambruna y del riesgo evidente de una masacre si la ciudad caía en manos de las Fuerzas de Apoyo Rápido.
“Nadie debería sorprenderse ahora”, dijo, refiriéndose a los asesinatos masivos de civiles, las ejecuciones étnicamente selectivas, la violencia sexual, los secuestros, las detenciones arbitrarias y los ataques contra el personal y las instalaciones de salud.
“Las manchas de sangre en el suelo de El Fasher se han fotografiado desde el espacio. La mancha en el historial de la comunidad internacional es menos visible, pero igual de dañina”, sentenció.