En las zonas en las que toda o una parte importante del agua disponible para la población local proviene de acuíferos, si la demanda de agua para consumo doméstico, agricultura y otros usos supera en velocidad al proceso de rellenado de los acuíferos, puede suceder que el agua subterránea sea cada vez más escasa.
Esto, además de constituir en sí mismo un problema por la carestía de un recurso tan importante como es el agua, puede provocar un problema adicional: el hundimiento de terrenos que desde mucho tiempo atrás se hayan sustentado sobre la masa de agua subterránea.
Al menguar esta masa de agua o incluso desaparecer, el espacio hueco que queda en el subsuelo puede ser incapaz de servir de soporte de las capas sólidas situadas encima y el resultado final es el hundimiento de porciones de la superficie, con efectos potencialmente desastrosos.
La fotografía muestra de manera clara un caso de hundimiento de un sector del terreno por la causa descrita. La fisura y otras muchas se han abierto en los últimos años en un área situada cerca de la ciudad estadounidense de Tucson.
Un estudio esclarecedor sobre este caso es el que realizó un equipo integrado, entre otros, por Danielle Smilovsky, del Instituto Conrad Blucher, en Estados Unidos.
Los resultados de este estudio fueron presentados públicamente en un congreso reciente de la GSA (Geological Society of America), celebrado en San Antonio, Texas, Estados Unidos.
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