La Asamblea Departamental del Atlántico aprobó la Ordenanza 0029 de 2025, mediante la cual se declara institucional el Festival Folclórico y Reinado Intermunicipal del Millo, una de las fiestas más emblemáticas del municipio de Juan de Acosta y del patrimonio cultural, gastronómico y turístico del departamento.
El proyecto, presentado por el diputado Harry Canedo Acosta, fue aprobado de manera unánime y tiene como objetivo preservar en el tiempo esta manifestación cultural, fortalecer su organización y abrir nuevas oportunidades para su promoción dentro y fuera del departamento.
“El Festival del Millo es una tradición que le pertenece a todo el Atlántico. Con esta ordenanza garantizamos su sostenibilidad y la posibilidad de gestionar más recursos para hacerlo más grande y fortalecer su impacto turístico y cultural”, señaló el diputado Harry Canedo, ponente de la iniciativa.
El presidente de la corporación, Jeremías Higgins, destacó que la Asamblea “estaba en mora de reconocer una fiesta que, por su historia, alegría y arraigo, se ha convertido en símbolo del departamento”.
“CARMILLO y la comunidad de Juan de Acosta han hecho un trabajo admirable durante décadas. Hoy saldamos una deuda con una celebración que une al Atlántico y representa lo mejor de nuestras tradiciones”, expresó Higgins.
Juan David Rojas, impulsor de la iniciativa, celebró el respaldo unánime de la duma y resaltó su valor para el desarrollo local.
“Este es un paso histórico. Con este reconocimiento, el Festival del Millo podrá preservarse, crecer y seguir mostrando al país la riqueza gastronómica, musical y cultural de Juan de Acosta. Es una fiesta que une al Atlántico y nos llena de orgullo”, afirmó Rojas.
El Festival del Millo es hoy una de las celebraciones más grandes y queridas del Caribe colombiano. Cada año congrega a miles de visitantes y delegaciones de distintos municipios en torno a la flauta de millo, las danzas tradicionales, la gastronomía y el espíritu alegre de su gente. Su institucionalización reafirma la grandeza de una fiesta que trasciende generaciones y consolida a Juan de Acosta como epicentro cultural del Atlántico.