El evento llamado Vocology Immersion Summit, realizado por la Corporación Universitaria Iberoamericana (IBERO) en alianza con Vocology Center, reunió a destacados expertos nacionales e internacionales provenientes de Estados Unidos, Brasil, España y México para explorar la ciencia detrás de la voz. Durante dos días, docentes, comunicadores, artistas y profesionales de distintas áreas conocieron herramientas prácticas para cuidar, entrenar y optimizar su voz, un recurso esencial para enseñar, liderar y conectar con otros.
El encuentro combinó conocimiento científico y experiencia práctica para mostrar que la voz no solo se usa: se entrena, se cuida y se transforma. La vocología, disciplina protagonista del evento, es el campo que estudia, evalúa y entrena la voz humana desde una mirada científica. Integra conocimientos de anatomía, fisiología, acústica, comportamiento motor y salud vocal con el fin de que la voz funcione bien tanto en la vida diaria como en actividades profesionales. No se trata solo de cantar o de hablar más duro,se trata de aprender a usar el aparato fonador con equilibrio, de prevenir la fatiga y de lograr que la voz comunique intención y emoción sin causar desgaste.
La vocología propone entrenar la respiración, modular el tono, utilizar la intensidad adecuada y reconocer los límites del cuerpo antes de que aparezcan lesiones.
“Cuidar la voz significa proteger una herramienta de trabajo que con frecuencia se da por sentada. La vocología brinda estrategias concretas para prevenir lesiones, evitar la fatiga y lograr una comunicación más clara y sostenible”, señaló xxx, xxx.
Durante el evento se desmontaron varios mitos comunes sobre el cuidado vocal, entre ellos:
● Beber bebidas frías no daña la voz.
● Hablar más fuerte no mejora la proyección.
● Guardar silencio absoluto no siempre es lo ideal ante una molestia.
● La miel o los tés no curan alteraciones vocales (solo alivian).
Estos recursos pueden aliviar, pero no reemplazan la evaluación ni el entrenamiento vocal adecuados.
Igualmente, se resaltarón hábitos sencillos que aportan al bienestar vocal:
● Mantener una buena hidratación favorece la vibración de los pliegues vocales.
● Evitar gritar o hablar por encima del ruido ambiental disminuye el esfuerzo.
● Calentar la voz antes de largas jornadas de clase o de grabación prepara el sistema.
● Hacer pausas cuando aparece cansancio impide que la fatiga se vuelva lesión.
Del mismo modo es importante reconocer acciones cotidianas que deterioran la voz sin que la persona lo note como hablar muchas horas sin descanso, toser o carraspear con frecuencia, usar siempre un volumen elevado o permanecer en ambientes deshidratantes. La alimentación también influye porque los alimentos irritantes o el exceso de cafeína y alcohol pueden generar incomodidad o reflujo que termina afectando la emisión vocal.
Prestar atención a señales de alerta como ronquera que dura más de dos semanas, dolor o esfuerzo al hablar, pérdida de rango, cambios repentinos en la voz o necesidad constante de aclararla. Estos síntomas indican que la voz está trabajando con sobrecarga y que conviene intervenir a tiempo. La vocología, trabajando de la mano con los profesionales clínicos, ayuda a recuperar la función vocal y a que la persona regrese a sus actividades comunicativas con seguridad.