Este viernes llegó a su fin la Tercera Conferencia de la ONU sobre Países en Desarrollo Sin Litoral (LLDC3).
Celebrada en Avaza, Turkmenistán, la conferencia culminó con la adopción de una declaración política histórica destinada a acelerar el desarrollo sostenible y fortalecer la resiliencia de los 32 países sin acceso directo al mar, entre ellos Bolivia y Paraguay.
El foro de cuatro días reunió a jefes de Estado, funcionarios de la ONU, socios de desarrollo y líderes del sector privado para abordar los desafíos que enfrentan estas naciones: altos costos comerciales, infraestructura deficiente y vulnerabilidad al cambio climático.
La declaración exige mayores inversiones de bancos multilaterales, una cooperación Sur-Sur más fuerte y una mayor inclusión de los intereses de estos países en las agendas globales de comercio y clima.
También enfatiza la importancia de monitorear su implementación, asegurando que sean los propios países sin litoral quienes lideren el proceso.
Rabab Fatima, secretaria general adjunta de la ONU, afirmó que "con inversiones estratégicas en infraestructura, facilitación comercial y resiliencia climática, podemos liberar el potencial de estos países y asegurar que nadie quede atrás".